Como en las típicas historias de exploradores del Egipto antiguo, arqueólogos del siglo XXI creen haber descubierto una pista que podría llevarlos a una cámara secreta. En ella estaría enterrada Nefertiti, una de las más famosas reinas de Egipto.
Un texto en clave. El debate se reabre en vísperas del centenario del descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón, no por casualidad, puesto que la clave estaría precisamente en este lugar. Concretamente en un grabado que representa el proceso de embalsamamiento del faraón Tut.
La imagen en cuestión muestra los ritos funerarios de Tutankamon, en los cuales participa su sucesor Ay. La teoría sostenida por algunos egiptólogos, encabezados por Nicholas Reeves, sostiene que este dibujo no es original, sino una sobreinscripción de un dibujo que habría mostrado al propio Tutankamon participando en los ritos funerarios de Nefertiti. No es que las sobreinscripciones fueran antiguas en estas situaciones.
La interpretación de Reeves implica que la tumba del faraón no es sino una parte del mausoleo de Nefertiti. Es decir, la tumba de Nefertiti se encontraría tras los muros del sepulcro en el que se halló el sarcófago del rey Tut
Un periodo de caos. La teoría se basa en buena parte en lo que sabemos del periodo. El faraón Tut sucedió a su padre, Akhenatón y a la esposa y consorte de este, Nefertiti. Akhenatón uno de los faraones clave de la historia de Egipto, malogrado impulsor de una reforma religiosa que podría ser el germen del monoteísmo.
Se sabe poco de esta época turbulenta acontecida hace 33 siglos, hacia el final de la decimoctava dinastía de Egipto, una de las tres que conforman la época del Imperio Nuevo de Egipto. Se considera que tras el fracaso de su reforma el control del reino pasó a manos de dos individuos, Smenkhkare, hijo de Akhenatón, y Neferneferuaten. Esta segunda figura es aún más misteriosa puesto que podría ser una de las hijas de Akhenatón, o podría tratarse de la misma Nefertiti.
Tras estos reinados llegó Tutankamon, quien ascendió al trono cuando tenía apenas 10 años. Su reinado no sería excesivamente largo puesto que falleció a los 19 tras apenas otra década de reinado.
Un entierro improvisado. Según la teoría que sustenta Reeves, lo prematuro de esta circunstancia habría llevado a su sucesor, Ay, a apurarse en preparar el lugar de descanso eterno del anterior monarca. Ay habría aprovechado la tumba de la reina consorte (o faraona reinante) para dar sepultura digna a otro miembro de la realeza.
La tumba de Tutankamon es la más pequeña de las tumbas reales del Valle de los Reyes, lo que puede servir como indicio en favor de la teoría de Reeves. A pesar de ello son muchos los egiptólogos que discrepan. Entre ellos el ministro de antigüedades del país, Mamduh al-Damaty.
Sentar precedente. Ante un caso así es buena idea buscar precedentes, y Reeves los encontró en enterramientos posteriores a la decimoctava dinastía, concretamente en la vigesimoprimera. Las tumbas de Psusennes I y de Amenemope, situadas en Tanis, son un ejemplo de mausoleo compartido entre varios faraones. En este caso también las tumbas estaban separadas por una piedra.
Escáneres y jeroglíficos. Se trata de una teoría controvertida. Por ahora, las evidencias más allá de la interpretación de las imágenes que adornan la tumba es inconcluyente. Al menos en dos ocasiones se han analizado las estancias en busca de huecos, y si bien el primero de estos registros no ofreció pruebas de la existencia de habitaciones ocultas, el segundo de esos escaneados abrió de nuevo la puerta a la esperanza de encontrar nuevas cámaras.
Reeves no está solo entre los que defienden esta posibilidad. El especialista en investigaciones geofísicas por radar George Ballard también considera la posibilidad de la cámara contigua como probable. En declaraciones recogidas por The Guardian explicaba que “las pruebas que tenemos hasta ahora sí sugieren que hay una estructura creada por el hombre formando los muros norte y este [de la cámara] del tesoro”
Por ahora no se ha dado la posibilidad de excavar el lugar y no parece (dado el escepticismo de las autoridades egipcias) que esta circunstancia se vaya a dar pronto. Entretanto es la imaginación la única que puede rellenar los huecos que la exploración historiográfica y arqueológica nos dejan.
Imagen | EditorfromMars
