El próximo gran superordenador especializado en inteligencia artificial está siendo construido en Israel. En su puesta a punto participan NVIDIA, 800 empresas emergentes israelíes y varias decenas de miles de ingenieros de software. Este abrumador despliegue de medios nos anticipa que este no es un superordenador más; cuando esté listo será una de las máquinas para inteligencia artificial más potentes del planeta.
Según NVIDIA tendrá una potencia de nada menos que ocho exaflops (esta cifra equivale a ocho trillones de operaciones en coma flotante por segundo). Es una auténtica barbaridad. Su coste total ascenderá a varios cientos de millones de dólares (no ha trascendido cuántos con precisión), y sus responsables confían en que entre en operación a finales de este mismo año. En 2023. Eso sí, aún no estará disponible toda su capacidad de procesamiento.
Israel-1, que es el nombre que recibirá esta máquina, dará servicio a través de la nube a cientos de aplicaciones de inteligencia artificial generativa. Según Gilad Shainer, que es un ejecutivo de NVIDIA involucrado en este proyecto, "este superordenador será capaz de afrontar el entrenamiento con mucha más rapidez, lo que permitirá construir entornos de trabajo y desarrollar soluciones que podrán lidiar con problemas más complejos".
En IA ahora mismo NVIDIA no tiene rival
Hemos recibido esta noticia en un momento en el que el debate acerca de la seguridad de la inteligencia artificial está encima de la mesa. Y NVIDIA es la gran protagonista. Lo es debido a que acapara actualmente cerca del 80% de esta industria. Este apabullante dominio procede, precisamente, de la anticipación con la que el equipo liderado por Jensen Huang supo prever que el mercado de los chips para inteligencia artificial no tardaría en explotar. Y es justo lo que ha sucedido.
El dominio de NVIDIA procede de la anticipación con la que previó que el mercado de los chips para IA no tardaría en explotar
Durante las últimas semanas la cotización de NVIDIA ha subido como la espuma gracias a la altísima demanda de sus GPU para centros de datos. De hecho, su capitalización de mercado acaba de superar el billón de dólares, por lo que ya forma parte por derecho propio de ese selecto grupo de empresas que han alcanzado una capitalización desorbitada. Por supuesto, se trata de un billón de los nuestros, por lo que equivale a un trillón en la escala numérica corta utilizada por los anglosajones.
Sea como sea el mercado aún no ha dicho su última palabra. Ni mucho menos. Según la consultora AMR (Allied Market Research) en 2031 el mercado de los chips para aplicaciones de inteligencia artificial tendrá un volumen de facturación de más de 263.000 millones de dólares. Es una auténtica barbaridad, sobre todo si tenemos presente que en 2021 su negocio ascendió a poco más de 11.000 millones de dólares. NVIDIA, AMD, Intel, Google, Amazon y las demás empresas que están peleando para hacerse con una porción de este pastel van a tener que emplearse a fondo para responder a la demanda de este mercado.
Imagen de portada: Xataka con Midjourney
Más información: Reuters
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